En esta entrada haré mención de diferentes experiencias vividas durante el ciclo, ya sean fuera o dentro de este.
DEFRENTE CON LA DIVERSIDAD.
En primer lugar, hablaré sobre el voluntariado de familias LGTBI con la asociación DEFRENTE de Sevilla. En él, mi ocupación era la atención y cuidado de niños y niñas mientras que los padres acudían a diversas conferencias sobre cómo debían actuar ante el trato que recibían sus hijos por tener dos mamás o dos papás, por sus reacciones al percibirse en una familia diferente al resto y por como en la sociedad se implantan prejuicios sobre lo que sobresale de lo establecido.
Ahora me pregunto, si el amor corresponde a un sentimiento de vivo afecto y de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona, ¿qué repercusión tendrá que ambas personas sean del mismo sexo? ¿Desde cuándo tu orientación sexual te define como persona?
Es triste que en el siglo que vivimos aún haya personas que rechacen, denigren e incluso agredan a una persona por su orientación sexual. Ante todo somos seres humanos, tal y como establece la Declaración Universal de Derechos Humanos : “Todos los seres nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Debemos poner fin a la discriminación y violencia contra las personas debido a su orientación sexual e identidad de género, es un gran reto pero nadie dijo que fuera fácil.
Ahora lo enfocaré un contexto totalmente diferente, pero bajo mi punto de vista tienen algo en común: la lucha diaria.
Gracias a una grandísima oportunidad que no todos tienen la suerte de vivir, fuimos al Hospital Universitario Virgen del Rocío. Allí pasamos una mañana junto a los niños y niñas de Oncología, Neurología y Diálisis Infantil con el fin de que pasaran una convivencia dinámica y diferente a la habitual.
Puedo decir que me llevo la satisfacción y el orgullo de aportar un granito de arena a su lucha diaria, y sobre todo, la fuerza y el coraje que ellos me transmitieron desde el minuto uno de entrar allí.
¿Cómo unos niños con una mochila tan cargada pueden hacer tal cosa?
Tal vez seamos nosotros mismos quienes nos ponemos nuestros propios límites, ellos tienen una meta que alcanzar y no se rendirán hasta conseguirla. Esa meta es vivir.
Luchemos por nuestros sueños, nuestras metas y nuestra vida, sin ningún miedo.
La vida se basa en el aquí y en el ahora, y no deberíamos tener miedo a vivir ya que no sabemos cuando nuestro tiempo se agota.
El pasado 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, jornada de lucha feminista en todo el mundo en conmemoración del 8 de marzo de 1908 en el que las trabajadoras de una fábrica téxtil de NY llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo,
las mujeres salimos a la calle para revindicar nuestros derechos.
Ese día hubo bajo el lema "Nada que celebrar, mucho que revindicar" una manifestación a partir de las 20:00h desde la Plaza Nueva de Sevilla hasta la Alameda. Por su parte, a las 19:00h, se celebró una concentración convocada por la Plataforma Feminista Contra las Violencias Machistas de Sevilla en la Plaza de la Encarnación. Además, delegados de CCOO se manifestaron a las 12:00h desde Plaza del Duque hasta Plaza Nueva, y UGT de Sevilla celebró un acto reivindicativo, a las 12:00h en su sede, que concluirá guardando cinco minutos de silencio en un paro simbólico con el que se pretende hacer visible la discriminación laboral y social, así como la violencia que sufren las mujeres en todo el mundo.
Fue mi primera manifestación, pero puedo decir que no será la última. Todas èramos una, luchando por el mismo motivo, por nosotras mismas. Digamos basta.
Es repugnante el trato que aún seguimos recibiendo, ya sea en el ámbito laboral, social, jurídico, económico, publicitario u otros. ¿El hecho de ser mujer nos hace ser objeto de sometimiento, privación de libertad y oportunidades, rendición y desigualdad respecto al hombre?
Si los propios medios de comunicación imponen de forma constante y repetitiva un modelo de comportamiento esperable de las mujeres y unos patrones de relaciones entre hombres y mujeres que reproducen las relaciones de desigualdad, ¿cómo esperamos que la mentalidad del estado cambie cuando la problemática está en la sociedad patriarcal que nos dirige?
Otra modalidad radica en la imposición de ideales de belleza, donde la mujer está canonizada en tener unas proporciones determinadas de su cuerpo, una apariencia personal caracterizada como símbolo de feminidad, de belleza y de elegancia.
Por ello, debemos salir de nuestra jaula y hacernos oír. Reservemos nuestros derechos a querernos vivas, libres y combativas.
Seguiremos luchando, nadie nos podrá parar. Nuestra voz es la vuestra. (H20z- Mago de Öz)
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